Multiverso 001

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El cursor sobre una pantalla verde fósforo y otros cuentos jamás escritos

La existencia de multiversos había sido descartada numerosas veces por la ciencia, los científicos ganadores de mundiales de twitter (ojo que en instagram hay mundial de planetas y va ganando Saturno) y el noticiero de las nueve.
Pero durante estos días extraños en Tierra 0001, ella no paraba de despertarse pensando que tal vez, en Tierra 0005 o Tierra 0008, había una mañana donde pudiese sentir la lluvia más como el cosquilleo de los enamorados y menos como la imposibilidad de mojarse sin contraer una neumonía mortal. En Tierra 0001 salir a la calle estaba prohibido mes tras mes, pero cada mañana ella sólo pensaba que todo eso era un mal sueño y que podía correr al mar turquesa o abrazar desconocidos sin razones dictadas por la ciencia.
Mientras tanto, en tierra 0001 ella ya había pintado 3 veces las paredes de su departamento en busca de la tonalidad correcta para contrarrestar la depresión del encierro.
 
“Un día, si todos estos planes B fracasan, quiero convertirme en poeta. Quiero darle nombre a los colores.”
 
Dijo @Úrsula13 en una extraña reunión de Zoom donde todos los planes B hasta la Z se habían convertido en Planes A.
 
“¿Darle nombre a los colores?”---dijo el tipo sin barba, del cuadrante izquierdo.
 
“Darle nombre a los colores”- dijo ella acercándose al micrófono.
 
“Quiero convertirme en la chica que elige los nombres de los colores en la paleta de pinturas acrílicas. Azul Pekín, Lagos de Michigan, Noche Tropical.
Hay más de ciento cincuenta tonos de azul ¿Saben? Si no puedo nombrar las estrellas del cielo, al menos quiero encontrar una manera de dejar mi marca en el mundo. O dejar un testimonio de lo que el mundo supo ser. Vi el Azul Hawaii con mis propios ojos.”


Todos miraron hacia abajo o hacia extraños rincones de sus pantallas con pixeles rotos. A ser verdad, al quinto mes ya todos tenían pixeles rotos por gatitos enroscados en cables o intentos frustrados de abrazar pantallas.
 
“Siempre quise ser alguien”—Continuó Úrsula.
“Retirarme de la sociedad con una misión secreta: cartografiar en soledad los colores del universo. Siempre pensé que lo haría con un antifaz de polímeros impronunciables y no un pañuelo de seda gastado. ¿Qué creen?”

 
Nadie respondió pero era obvio que todos la veían casi como a alguien que sueña con ser la Batman de los daltónicos. Huérfana de mundo. Tan pobre.
 
¿No era suficiente, verdad?  Ni en Tierra 00015, una tierra llenísima de planes imposibles, eso era suficiente. Todos parecían soñar con tener algún tipo  de relevancia cósmica pero eran sólo humanos encerrados en sus propios dispositivos.
 
No alcanzaba en ningunas de las Tierras numeradas.
Cada vez que Ursula miraba a @Bauhaus1555 hablar con su fondo de cocina de azulejos celestes, ella pensaba que se parecía al Celeste “Sombra de duda” porque no hay azul estafa. Supongo que nadie quiere pintar su cocina de sufrimiento.
 
Un instante más tarde, Bauhaus 1555 rompió el iceberg y soltó:
 
Técnicamente el color no existe, es un efecto secundario creado por el cerebro para comprender la abrumadora información que nos da el mundo.
El color no es más real que tu amigo imaginario”
 
Úrsula no supo como responder:
 
“¿Sabías que Leonardo DaVinci compraba animales enjaulados en
las ferias sólo para liberarlos?

 
“No” respondió Bauhaus y la conexión falló estrepitosamente, repartiendo pixeles rotos y mal alineados para todos. 

 Según la teoría de cuerdas, la posibilidad de coexistencia temporal de diversos universos posibles, incluyendo nuestro propio universo...
todo lo que existe físicamente: la totalidad del espacio y del tiempo, todas las formas de materia, energía y cantidad de movimiento, y las leyes físicas y constantes que las gobiernan.


Según William Blake, el infinito.

Multiversos es un experimento que tendrá tantas versiones como posibilidades de humanidad nos quedan. Historias accidentales, estructuras complejas, pseudo teorías sobre las siestas de los lobos marinos y el color rojo de los animales de mar.
En Tierra 008 tal vez se hable mucho de tecnología y convergencia aunque es sabido que en Tierra 0013 la pasión son los huracanes. Conversaciones con Bots, una Academia de storyhackers y una isla en realidad virtual donde conversar de la melancolía de los androides


En los últimos meses en Tierra 001 antes que el Distanciamiento social nos abarque y nos transforme, Laura pasó una noche muy fría en Dessau, quedándose en los departamentos diseñados por Walter Gropius de la Bauhaus. En ese momento, comiendo spaghettis y tomando una extraño brebaje llamado Fritz Kola  (que parecía una Tab de Museo) nunca pensó que en su regreso al Oeste, se amigaría con su telescopio y tendría pseudo efectos overview accidentales desde el comedor de su casa.

Los pensamientos Bauhaus vendrían nuevamente y oportunamente meses más tarde para hablar de la habitabilidad de los espacios virtuales en SeirenFilms. Tal vez cuando se corte la cinta en Tierra 008.

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